Algunas intervenciones que hice hace algunos años sobre fotografías familiares viejas. 

En el 2017 hice una serie de obras de arte para el IB que formaban parte de una muestra enfocada en el paso del tiempo y el deterioro de la memoria con el correr de los años. Todo esto partiendo desde la base de que mi abuela tiene Alzheimer. Aproveché esa carga emocional como fuente de inspiración y también me sirvió para entender un poco más esta enfermedad de verga, que al día de hoy todavía no entiendo ni acepto del todo. Fue también una forma de canalizar el dolor y hacer las pases conmigo mismo.

El siguiente video es del 2017. Este no formó parte de la muestra en sí, más bien lo hice para mí, en un intento de analizar y entender mejor que es lo que pasaba por su cabeza en aquel momento, cuales eran sus reacciones, que se acordaba, que no... Este es el resultado, caos. 

A 3 años de ese video cambiaron un montón de cosas. Hay un deterioro evidente, tanto físico como mental, pero su esencia sigue, ponele... Es una verga, sí, pero con los años se hace más fácil y uno entiende que es inevitable. En el 2017 me frustraba si un día tardaba en reconocerme, si se olvidaba mi cumpleaños o en que año estaba. Un tarado. Hoy entiendo que es al pedo enojarse por eso, porque con esta enfermedad mañana siempre puede y va a ser peor, entonces es mejor disfrutar lo que hay.

Este último video es del pasado 25 de marzo, su cumpleaños.  Ese día escuché que mientras la traían gritó “Dónde está Tadeo?” Obviamente me vió y no me reconoció. Seguro piensa que soy más chico o que se yo, no importa. Es egoísta pero a la vez es reconfortante saber que en algún lado de su deteriorada cabeza todavía estoy.